Paraocupar a las gentes, San Ambrosio se dedicó a enseñarles himnos y salmos que él mismo había compuesto. Todos cantaban en coros alternados. El emperador envió al tribuno Dalmacio a conferenciar con el santo. Proponía que Ambrosio y el obispo arriano, Auxencio, eligiesen conjuntamente un grupo de jueces para decidir la cuestión.
Antetodo un gracias a Dios por la presencia de D. Francisco durante estos años en la diócesis de Burgos. Y un gracias a Ud., D. Francisco, por su entrega a esta Iglesia local durante los años que le ha correspondido pastorearla. Con la confianza de que Dios le seguirá bendiciendo, reciba un abrazo fraterno y agradecido. José Luis Cabriaenun obispo–, pero puede más la emoción; y si tuviera que resumir mis sentimientos en una sola palabra sería la de «gratitud». Gratitud en nombre de mi madre, de mi hermano, de mi cuñada, de mis sobrinos, de mi familia. Ciertamente este ha sido un año duro, donde hemos echado de menos a mi hermano Juan, pero he - . 225 373 390 184 370 388 302 305